DETRESFA DEL HP - 1357, CESSNAEl día sábado 26 de agosto del 2000, a las 13:00 hora local de Costa Rica fue declarada en FASE DETRESFA la aeronave de bandera costarricense, matricula HP - 1357, marca Cessna, modelo C-208B, VUELO 1644 de la empresa aérea SANSA en ruta La Fortuna de San Carlos - Juan santamaría de Tamarindo, zona norte de Costa Rica, por no arribar a destino, abordo se encontraban 10 personas.
Nota: El día sábado 26, a las 13:30 hora local fue detectada señal de RADIO IMPACTO (E.L.T). en cercanías del Cerro CHATO ladera del volcán ARENAL.
La avioneta monomotor fue localizada a 39 millas al noroeste del aeropuerto de Juan Santamaría de Tamarindo en la cumbre del volcán ARENAL a las 09:45 hora local del domingo 27, se confirmo que no hay sobrevivientes.
El rescate de las victimas se tenía previsto para las horas de la mañana del día lunes 28, motivado a que persiste Alerta Roja de erupción volcánica en el cráter del volcán donde a escasos metros se siniestro la aeronave, pero fue posteriormente solicitaron ayuda (helicoptéros) a Panamá para realizar el rescate motivado a que persiste el riesgo de actividad volcánica en la zona donde se estrelló la aeronave.
PLAN DE VUELO:
SALIDA:
DIA: Sábado 26 de agosto 2000 del AEROPUERTO DE LA FORTUNA DE SAN CARLOS, COSTA RICA a las 12:05 HORA LOCAL.
DESTINO: AEROPUERTO JUAN SANTA MARIA DE TAMARINDO, COSTA RICA, estimaba arribar a las 12:40 HORA LOCAL.
TIEMPO EN RUTA: 35 minutos
DATOS DE LA AERONAVE
MATRICULA: HP - 1357
MARCA: CESSNA, MODELO: C -
208 B, GRAND CARAVAN, AÑO: 1998
PROPIETARIO: SANSA
OCUPANTES:
PILOTO: KARL ACEVEDO NEVERMANN (22 años))
COPILOTO: WILLIAM BOBADILLA (34 años)
PASAJEROS: 08 (TURISTAS EXTRANJEROS)
TERRY PRATT (51 años - CANADA)
SILVIA RHISSINER (23 años - SUIZA)
CATHERINE SHOEP (23 años - SUIZA)
STEVEN BOHMER (USA)
HELENA BOHMER (USA)
CRISTOFER DAMIA (USA)
JUDY CONZOLAZIO (USA)
FRANK CONZOLAZIO (USA)
TOTAL DE PERSONAS A BORDO: DIEZ (10)
PERSONAS FALLECIDAS: DIEZ (10)
Día martes 29 de agosto del 2000
La Fortuna de San Carlos.
Organismos de salvamento, con el apoyo de un helicóptero panameño, rescataron ayer cinco de los nueve cadáveres de los ocupantes del avión HP 1357APP que todavía quedaban en el volcán Arenal, y lo hicieron con valentía en medio de pugnas entre grupos de rescate por el método como debería haberse ejecutado la operación.
Fueron extraídos
los cuerpos del piloto Karl Acevedo, el copiloto William Badilla,
el estadounidense Frank Consolazio y de dos mujeres no identificadas.
Los otros cuatro ocupantes del vuelo 1644 de Sansa, del grupo
Taca, serán extraídos hoy.
El avión Cessna Grand Caravan se estrelló, con 10 ocupantes a bordo, contra el borde del cráter del Arenal a las 12:10 p. m. del sábado. El primer cuerpo fue rescatado el lunes. Autoridades policiales confirmaron que una de las víctimas estaba embarazada.
Luego de dos intentos frustrados por la densa neblina, ayer a las 3.26 p. m., el helicóptero HP 1240 CC, recogió un cadáver en una ladera de la montaña y lo bajó cuatro minutos después en la plaza del complejo turístico los Lagos, en La Fortuna de San Carlos.
Para hacerlo, los socorristas deslizaron el cuerpo por una antigua colada de lava y lo pusieron en una red amarrada a un cable de unos 30 metros que colgaba de un gancho en la parte inferior del helicóptero.
La aeronave repitió la lúgubre tarea media hora después con dos cuerpos más, y cerca de las 4:45 p. m. lo hizo de nuevo con otros dos fallecidos.
De inmediato los cadáveres eran montados en un helicóptero de Seguridad Pública para llevarlos al aeropuerto de El Tanque, en La Fortuna, y desde allí trasladarlos en avioneta a San José.
Esa fue la culminación de un día en el que hubo mal clima, mucho coraje de los socorristas, choques entre grupos de rescate y órdenes contradictorias de distintos jefes y empresarios sancarleños a sus hombres en el volcán.
El miércoles pasado, una colada de lava descendió muy cerca de donde se accidentó la avioneta, mató a un guía turístico y quemó a dos turistas.
Máximo riesgo
Aunque existió
un plan técnico para hacer un rescate de los muertos que
disminuía el peligro para los vivos, durante el día
los socorristas enfrentaron fuertes presiones para finalizar
su trabajo a la mayor brevedad
posible.
El esquema original pretendió que solo 14 especialistas de la Cruz Roja y Bomberos llegaran al sitio del accidente a 150 metros del cráter activo- y acomodaran los cuerpos para que el helicóptero los bajara en cuanto aclarara ayer u hoy.
A las 11.50 a. m. ese equipo, liderado por el cruzrojista José Gerardo Campos, ya había "empacado" seis cuerpos que estaban listos para ser sacados. Pero el clima empeoró y el peligro creció.
"Este es el criterio técnico-profesional-operativo: Los elementos de la Cruz Roja, bomberos y OIJ nos salimos del lugar. No se puede continuar. Está lloviendo mucho y está muy suelto el terreno", comunicó al mediodía Campos, jefe de operaciones de búsqueda y rescate de la Cruz Roja.
La confusión creció. Por el sistema de comunicación unos jefes apoyaron a Campos y otros cambiaron de opinión después. Arriba, dos empleados del empresario Fabio Cedeño decidieron quedarse, apoyados por su patrón, junto a dos policías de la Fuerza Pública, respaldados por sus jefes.
A las 2.20 p. m. ellos recuperaron los tres cadáveres que quedaron más lejos, a solo 20 metros del cráter.
Con la orden de bajar los cuerpos por tierra a como diera lugar la operación continuó y en el volcán hubo más de 70 hombres listos para hacerlo, muchos sin preparación especial.
Un hueco en las nubes sorprendió a los socorristas mientras descendían las camillas y la oportunidad fue aprovechada para sacar a los cinco primeros.
Campos criticó la orden final y el exceso de personal en la cima pues elevó el peligro de una tarea ya de por sí muy arriesgada.
"No ha habido heroísmo ha habido estupidez ¡por cadáveres! Planeamos la entrada de una patrulla pequeña muy capacitada, para subir, encontrar cuerpos, meterlos en bolsas y esperar buen tiempo", dijo Campos.
"En la mesa institucional se toman decisiones que después personas con terceros intereses empiezan a resquebrajar y bajo ese nivel de presión debemos duplicar esfuerzos para salvaguardar la vida de los demás", opinó el capitán de la Cruz Roja Carlos Salas.
"La persona
que se mete en esto desde que sale esta expuesta y el que tiene
miedo que se vaya para la casa. Mucha gente vino a estorbar",
declaró Manuel Hidalgo, empresario y presidente de la
Comisión Local de Emergencias.
Día miércoles 29 de agosto del 2000
Rescatan de
cuerpos en el Arenal Tensión acabó al cuarto día
Restos de avión quedarán en el volcán
Adrián
Meza Granados
Redactor de La Nación
La Fortuna (San Carlos). La intervención de más de 400 hombres y de un equipo de rescate aéreo y terrestre, así como la investigación de campo por el accidente del avión de Sansa culminó ayer, tras cuatro largos y tensos días que al final se resumen en un "trabajo cumplido".
A las 8:20 a. m. de ayer llegó a su fin el rescate de las 10 víctimas mortales producto de la tragedia aeronáutica ocurrida el sábado anterior, cuando una avioneta se dirigía a Tamarindo, Guanacaste, y se estrelló contra el volcán Arenal.
Los cuatro cadáveres que el martes no pudieron ser extraídos de la montaña por el mal tiempo salieron ayer de la zona, luego de otro operativo aereo que ejecutó un equipo procedente de Panamá, apoyado por la Sección Aérea del Ministerio de Seguridad Pública.
Estos cadáveres se encontraban en una especie de helipuerto provisional que los cuerpos de rescate construyeron con palas y picos el lunes pasado. Allí los llevaron tras varias horas de descenso con camillas especiales y cuerdas.
Afortunadamente, la mañana de ayer se prestó para ejecutar la operación temprano. El cielo se despejó a medias y los helicópteros arrancaron con los sobrevuelos, primero, para llevar personal a la montaña y, posteriormente, para extraer los cadáveres.
Esas maniobras apenas tardaron unos 10 minutos. Contrario al día antes cuando 70 personas ingresaron al coloso, ayer solo unos 20 hombres lo hicieron para enganchar la red con los cuerpos a una línea de 30 metros que trae el helicóptero en la parte inferior.
Nuevamente los restos de las víctimas fueron dejados por los panameños en una plazoleta del hotel Los Lagos, de donde fueron trasladados por una nave similar a la pista de aterrizaje de El Tanque de La Fortuna, para que de allí los enviaran en avioneta a San José.
Por la tarde, toda la nubosidad se alejó del Arenal y se apreció de arriba abajo, cosa que desde la semana anterior no ocurría. Inclusive, empezó a lanzar lava y gases que pasaban muy cerca de la nave.
Odisea riesgosa
Concluida la operación de rescate, las caras de preocupación cambiaron. Ahora, los rostros eran de alegría y aquellas diferencias terminaron en abrazos y felicitaciones, ya que acaba el rescate más difícil de los últimos años.
"Se trabajó al filo de la navaja. Hubo frío, riesgo por ser en un volcán activo, inestabilidad en el suelo, pero cumplimos con rescatar a las 10 víctimas. Hubo errores, pero hasta en los ejércitos hay diferencias", explicó Guillermo Arroyo, de la Cruz Roja.
Un concepto similar tuvo Daniel Herrera, del equipo de rescate de Panamá, quien manifestó que la operación fue relativamente fácil, pero que aun así se estaba ante un clima difícil y un volcán.
Por su parte, Martín Sanabria, subdirector de Vigilancia Aérea, expresó que al menos su sección aprendió mucho al lado de los pilotos panameños, por lo que ahora en Costa Rica también se podrán ejecutar acciones parecidas.
Sobre la posibilidad de recobrar la aeronave siniestrada, Sanabria indicó que esto es posible si se contrata un helicóptero MI-17 de dos motores. "Básicamente, se necesita solo la tripulación. Unos se encargarían de pilotear y otros de enganchar las partes para traerlas abajo", explicó.
Finalmente, Albert Antillón, de la Oficina de Seguridad Aérea de Sansa, explicó que por el momento el avión quedará allí, pues no se quiere arriesgar más vidas. Además, Diego Gutiérrez, experto de Aviación Civil, indicó que no es necesario rescatarlo para fines de la investigación.