RESCATAN A UN PESCADOR OTROS 7 ESTAN DESAPARECIDOS

Lunes 09 de julio de 2001, Piura, Perú. - La alegría que había en el hogar de José Paico Nunura (22) contrastaba con la angustia y desesperación que se respiraba en las moradas de los otros siete pescadores desaparecidos.

Una pesadilla en el mar

Minutos antes se había confirmado la noticia: la nave Archie I que partió el primer día del mes desde Talara y que había sido declarada perdida apareció en aguas ecuatorianas.
El barco peruano apareció a casi 150 millas del puerto norteño desde donde partió y con Paico como el único sobreviviente.

Aunque muchos dan por fallecidos a los siete hombres de mar no hallados, pues es casi imposible mantenerse en el mar tanto tiempo, según experimentados pescadores, sus familiares de los puertos de Paita y Talara (Piura) y la caleta La Cruz (Tumbes) no pierden la esperanza de que aún regresen con vida.

La noticia de la aparición de la nave movilizó en varias localidades del norte, a familiares y amigos de los pescadores. Muchos de ellos esperan en las instalaciones de las capitanías de puertos alguna noticia.

Rostros llorosos, desesperados y angustiados se dejaban ver en las capitanías de puertos de Paita, Talara y Zorritos, esta última de Tumbes.

Quizá, el cuadro más conmovedor lo protagonizó Noemí Navarro, madre del talareño Martín Yenque, quien fue la última persona que se comunicó desde la nave Archie I.

Él entabló contacto con su hermano Miguel (también pescador) al día siguiente de su partida en Talara y le contó que estarían a más tardar el martes 2 de vuelta en esta ciudad, estaba alegre por haber obtenido una buena pesca.

La salud de la señora Noemí se resquebrajó al momento de enterarse de la suerte que habría corrido su hijo. Ella sufre desde hace algunos años del riñón y -según contó su esposo Manuel- los costos de las diálisis eran cubiertos por Martín, principal sustento de la familia.

Similar congoja dejaba notar el señor Serapio Zeta Flores, padre de Germán Zeta Herrera, otro de los desaparecidos. Don Serapio había llegado desde Chulucanas para enterarse por la suerte de su hijo, luego de ver el sábado las noticias en el periódico.

"Hace sólo dos meses mi hijo se vino a Talara para trabajar en la pesca, ya que él durante años fue vigilante de una compañía, pero desde hace tres años que no tenía empleo", nos dice este sexagenario señor que lamenta la mala elección de su hijo.

La misma tristeza se respiraba en la caleta tumbesina de La Cruz. Allí la familia Zárate Ramírez estaba en un mar de llanto, pues el jefe de la familia Hugo y uno de sus hijos, Noé, también están en la lista de desaparecidos.

Ellos, al igual que el pescador Wilson Espinoza (30), viajaron de La Cruz hacia Talara, para zarpar en la Archie I, sin saber lo que el destino les depararía.

Aunque las causas del naufragio de la embarcación pesquera aún no se conocen, fuentes de la Capitanía de Talara dijeron que a la altura de Máncora (límite de Piura y Tumbes) fueron halladas unas redes, mallas y boya de luces, que pertenecerían a la Archie I.

Ello será confirmado por el sobreviviente Paico Nunura, quien recibió los primeros auxilios en la nave ecuatoriana y será entregado en las próximas horas en la frontera marítima peruano-ecuatoriana al BAP Río Ocoña, el cual deberá trasladarlo al puerto talareño.

Mientras tanto, su esposa Elizabeth Eche da gracias a Dios porque sus rezos fueron escuchados y porque su hijo Cristhian de 3 años podrá ver nuevamente a su padre.
Ella asegura que le pedirá a José que no vaya más a Talara a buscar anguilas o potas (era la segunda vez que lo hacía), prefiere que siga pescando perico y tiburón, pero en aguas paiteñas.

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