Teléfono Celular salva la vida de
andinistaDaniel Guerrero (34)
pudo alertar a Carabineros y Cuerpo de Socorro Andino de su accidente
en el cerro Provincia, Chile.
Los constantes llamados de las instituciones de rescate y de
sus familiares mantuvieron despierto al deportista, que sufrió
la inflamación de su cocinilla que le quemó la
carpa y lesionó sus manos y la cara.
Por: Pamela Gutiérrez
Un teléfono celular y su experiencia como andinista fueron los elementos que permitieron que Daniel Guerrero Castillo (34 años) salvara su vida en un accidente ocurrido a 2.600 metros de altura en el cerro Provincia, lugar donde pasó toda la noche del díadomingo 13 de agosto del 2000, soportando temperaturas de 16 grados bajo cero. Finalmente, fue rescatado por un helicóptero de Carabineros cerca de las 11 de la mañana del día lunes 14 de agosto 2000.
Guerrero había partido el domingo a las 9 de la mañana a subir el cerro Provincia, erfectamente equipado con ropa térmica y antiinflamable, saco de dormir, una cocinilla a gas, un aparato de sistema de posicionamiento satelital (GPS), termómetro, carpa y un teléfono celular.
Sin embargo, a las 22 horas, al cambiar el balón de gas de la cocinilla, "aparentemente el sello de goma se congeló, porque había cinco grados bajo cero, y no bloqueó la salida del gas, que quedó al nivel del suelo. Cuando se acumuló, la cocinilla se incendió y se formó una bola de fuego que quemó la carpa. Con la mano derecha saqué la cocinilla y con la izquierda me protegí la cara, de modo de no quemarme los párpados. Esas son parte de las cosas que tienes que hacer cuando estás frente a una bola de fuego", comentó la propia víctima en su hogar de Estación Central.
Su pelo todavía estaba chamuscado, la mochila tenía incluso algo de nieve en su interior y la ropa con rastros de haber sufrido quemaduras.
Una vez que controló la emergencia, Guerrero llamó por teléfono celular a Carabineros, al Servicio de Ambulancias Médica de Urgencia (Samu), al Cuerpo de Socorro Andino y a algunos familiares.
"A Carabineros los llamé para que estuvieran en antecedentes; me comuniqué con el Samu, porque era el medio más rápido para saber qué precauciones debía tomar para evitar alguna infección".
La temperatura bajó peligrosamente a 16 grados bajo cero, como constató el accidentado en su propio termómetro, y corría un viento de 55 kilómetros por hora por lo cual "para no quedarme dormido y no entrar en hipotermia, me llamaban cada media hora", dijo Guerrero.
CADA UNA HORA
Su pareja, Isabel Carmona, indicó que el primer familiar que llamó al montañista fue su cuñado, Jorge Milla, quien lo llamaba cada una hora.
"Ellos hablaban sobre cómo se sentía, que se sacudiera la nieve o cómo estaba el tiempo, en fin, dándole instrucciones para sobrevivir y yo también hablé dos o tres veces con Daniel. Estábamos asustados que le acabara la batería del celular. El no es muy alharaco, pero fue algo grave".
Otra persona que llamó al celular del andinista fue Fernando Troncoso, quien además de ser un amigo es enfermero de la Universidad Católica "y él le hizo un chequeo para evaluar su condición médica", agregó Isabel Carmona.
Siempre por teléfono celular, a las 5 de la mañana el Gope y el Cuerpo de Socorro Andino se comunicaron con el accidentado para decirle que iban en su búsqueda. "Ellos me ayudaron a bajar hasta el sector Alto del Naranjo, porque con las manos lesionadas no podía tomar los bastones. El Gope me informó que habían pedido el helicóptero, pero les dije que no era necesario".
PREPARADO
El andinista demostró ser un deportista altamente preparado, ya que contaba con un sistema de posicionamiento satelital (GPS) con el cual Guerrero dio las coordenadas exactas donde se encontraba a todas las instituciones que colaboraron en su búsqueda. "De hecho, el helicóptero lo guiamos con coordenadas que tomamos con mi GPS", dijo el accidentado.
Guerrero fue trasladado a la Posta Central, donde solamente le diagnosticaron quemaduras tipo A (superficiales) en las manos y en la cara.
Debido a la poca gravedad
de las lesiones, el accidentado se trasladó por sí
mismo a su domicilio.