CAE EL YV - 856 P , ILESOS SUS DOS OCUPANTES

La YV - 856 P, Marca: CESSNA, Modelo: U206G, SERIAL: U206 - 4863, AÑO 1978,

Propietario: MANUEL FLORINDO REIS PEREIRA (PILOTO)

Sábado 25 de agosto de 2001, 15:10 HLV (17:10 GMT)

"Nacieron de nuevo" dos tripulantes de avioneta que aterrizó de emergencia cerca del Hipódromo

TOMADO DE NOTITARDE.- Valencia, agosto 25 (Omar A. Bravo O./Foto: Jairo Altuve).-

El piloto y la copiloto de una avioneta salieron ilesos de un aparatoso aterrizaje de emergencia, que culminó con la aeronave volcada muy cerca de las riberas del río Cabriales, ayer a las tres y diez minutos de la tarde, en las adyacencias del Hipódromo Nacional de Valencia, frente a la sede de la Dirección Nacional de Investigaciones Penales (Dnip), región Carabobo.

Los aviadores que "nacieron de nuevo" son los esposos Manuel Pereira Reys, de 55 años de edad, y Flor María Andrea, quienes despegaron del Aeroclub Valencia a las dos y diez de la tarde de ayer en una Cessna 206 de su propiedad, siglas YV-856 P, en un vuelo de prueba del aparato, el cual acababa de salir de un taller, luego del mantenimiento de rutina de su motor.

Los propios sobrevivientes narraron lo ocurrido: Habiendo decolado de Valencia (con buen tiempo), tomaron rumbo hacia San Juan de Los Morros, Estado Guárico. Dieron una vuelta sobre la capital guariqueña y discutieron la posibilidad de aterrizar en el aeropuerto de allá, pero al final decidieron regresar a Valencia, pues, aparentemente, el trabajo en el motor era satisfactorio.

Al acercarse a Valencia, el clima había cambiado, llovía sobre la ciudad, había poca visibilidad y la pista del Aeroclub había sido cerrada temporalmente, por lo cual varias aeronaves tuvieron que "hacer 360" o "taxiar", es decir, comenzar a dar vueltas en círculo alrededor del aeropuerto.

Todo parecía normal, se hizo contacto a la 3:10 con la torre de control y se les informó que la pista había sido reabierta. Iban en dirección este-oeste, ya pasado el aeropuerto, acercándose al hipódromo y a la Plaza de Toros Monumental, sin que se detectara anomalía alguna.

Cuentan que se sintió un explosión y el motor comenzó a despedir humo negro y la avioneta perdió altura rápidamente. Tenían, afortunadamente, la alternativa inmediata de intentar un aterrizaje de emergencia en la pista del hipódromo o en los amplios terrenos del "Club Hipódromo" y optaron por esto último, pues el humo obstaculizaba la visión para la maniobra.

Pereira Reys, piloto con 24 años de experiencia, dirigió el planeo de la avioneta hacia el terreno y tocaron tierra a salvo, pero demasiado cerca del Cabriales. Dos gamelotales frenaron a la Cessna e impidieron que llegara hasta la gran cloaca de la ciudad, que estaba ligeramente crecida, por las lluvias de la jornada sabatina.

El primer gamelotal, en la parte plana del Club Hipódromo, detuvo la avioneta, pero el peso del motor hizo que la cola se levantara y volcara la aeronave (en una especie de "vuelta canela") rodando todavía unos metros más, esta vez sobre el techo y las alas. El segundo gamelotal la terminó de parar, apenas a unos tres metros de la corriente.

Se desabrocharon los cinturones y Pereira advirtió a Andrea que había que salir rápido del aparato, que se podía incendiar. êl había sufrido, hace varios años, un accidente similar, por lo cual supo qué hacer para, estando "de cabeza", abrir rápidamente una ventanilla, por donde salió primero Andrea.

Ella narró que comenzaba a alejarse de la avioneta, pero su esposo no salía, por lo cual se regresó y lo ayudó a abandonar la malograda aeronave, pues "está un poquito gordo".

Al fin se pusieron a salvo, cuando ya llegaban para ayudarlos vecinos del lugar, "con lágrimas en los ojos", de la emoción de encontrarlos vivos, según nos dijo, agradecida a esa gente, Flor María Andrea.

Minutos después arribaron las unidades 1 y 5 del grupo "Rescate 1000 Valencia", con 8 rescatistas, la Unidad de Rescate DC-1 de Defensa Civil, ambulancias y paramédicos de Atención Inmediata, bomberos de Valencia (quienes usaron agua para diluir el combustible derramado y evita su inflamación) y unidades de la Policía de Carabobo y la Guardia Nacional.

Paulatinamente se fueron acercando al lugar del accidente pilotos, familiares y amigos de los sobrevivientes y las autoridades aeronáuticas.

La familia Pereira Andrea reside en la Carretera Nacional Vía El Cambur, sector La Pastora del municipio Puerto Cabello. Manuel Pereira, venezolano nacido en Portugal, es comerciante (vende maquinarias y comenzó a volar a sus 31 años, en 1997.

Flor María Andrea, una apureña acostumbrada a viajar en avioneta desde su infancia, cuida al menor de los hijos de la pareja, un adolescente que ayer se rebeló y no les quiso acompañar a la prueba de la avioneta, ahorrándose un buen susto.

La avioneta es del año 1978 y nunca se le había hecho mantenimiento mayor al motor, por tener poco uso. Recientemente alcanzó las mil horas de vuelo, por lo cual el propietario decidió hacerle arreglos "preventivos", pero, al parecer, según el resultado de la prueba, "le salió el tiro por la culata".


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