EL MORRAL

¿Amigo o Enemigo....?

Por: Alfredo Autiero

Ante esta gran duda que muchos nos planteamos después de varias horas caminando con un gran peso sobre nuestras espaldas, conviene hacer algunas aclaratorias.

Me atrevería a decir que el morral es uno de los primeros elementos que a través de la historia ha pasado a ser una pieza indispensable del equipo de todo montañista; sin embargo, su ingrato fin, el de contener la pesada carga que exprime cada gota de sudor de nuestra frente, hace que lo mantengamos en el olvido y no le prestemos la debida atención.

En un principio, los morrales eran piezas de carga fabricadas originalmente con fibras naturales como el bambú, mimbre, sisal, algodón y cuero, entre otras; poco a poco, y en especial con la aparición de los materiales sintéticos, el nylon sustituyó, basicamente por razones de impermeabilidad y peso, a todos los materiales antes mencionados, aunque cabe destacar que los "morrales" de carga utilizados por la mayoría de los nativos hoy en día sigue siendo de materiales naturales y con los mismos esquemas que los modelos primitivos. En lo que a nosotros respecta nos concentraremos en las características de los morrales de uso deportivo, en los que la "Cordura" (fibra sintética registrada por Dupond) es, sin lugar a dudas, el material más utilizado en la fabricación de morrales. Sus colores, aspecto natural, impermeabilidad y gran resistencia lo hacen la "bedette" de todos los fabricantes.

Ahora bien, ¿qué elementos debemos tomar en cuenta a la hora de seleccionar nuestro morral?. Hagamos varias consideraciones.

En primer lugar, el tamaño del usuario, el cual suele ser un factor determinante en la selección del morral; en este sentido, para las mujeres y personas muy flacas se recomienda el uso de morrales estrechos y que no excedan de 80 litros de capacidad, ya que esto comprometería fácilmente la estabilidad de la persona. En la actualidad muchos fabricantes suelen diseñar morrales especiales con especificaciones para mujeres, por ejemplo, el "Contour" de Lowe, el "Didi" de Loby, y el "Lassen" de Gregory).

Por cierto, ya que hablamos de "capacidad", quisiera aclarar un error bastante difundido: El hecho de referirnos a un "un morral de 80 litros" no tiene nada que ver con su CAPACIDAD DE CARGA, lo que quiere decir es que su volumen interno es de 80 litros. Un morral con estas características suele ser apropiado para cargar pesos de aproximadamente 38 Kg.

Hecha esta aclaratoria, tomemos en cuenta otra consideración importante de recordar, aunque no le prestemos mucha atención. Algunos fabricantes colocan sus modelos en el mercado con diferentes tallas, esto con la idea de ajustarlos mejor a las diferentes medidas que todos tenemos entre la cadera y los hombros, que son precisamente las zonas donde debe recaer la mayor parte del peso que estamos transportando. Siguiendo este orden de ideas, podemos encontrar morrales "small, medium y large" de un mismo modelo.

Por otro lado, y tal vez lo más importante al momento de escoger nuestro morral, es el uso al cual va a estar destinado. En este caso me voy a atrever a clasificarlos en:

1. Morrales de ataque.
2. Morrales de escalada o ascensión.
3. Morrales de expedición.

En el caso de los primeros tenemos que incluir algunos tipos de "koalas" o "riñoneras". Estos, por su capacidad, pueden muy bien cubrir los requisitos de muchas actividades diarias; algunos ejemplos son Lowe alpine waist case y Loby "GT2". En todo caso, los morrales de este grupo no tienen características particularmente importantes ya que no están destinados a cargar mucho peso; sin embargo, cabe destacar que aunque generalmente son pequeños, deben adaptarse perfectamente a nuestro tamaño, es decir, cubrir aproximadamente la totalidad de nuestra espalda. Éstos son morrales con capacidad entre 26 y 40 litros.

Los morrales de escalada o ascensión son aquéllos que vemos mayormente en el mercado. Su mediana capacidad y tamaño los hace más atractivos, motivo por el cual abundan en el mercado marcas, modelos, estilos y colores. Muchas veces no son ni los más apropiados ni los mejores, pero entonces, cual debemos escoger. Otra vez esto dependerá de nuestras necesidades; sin embargo, hay ciertas cosas que debemos tener en cuenta:

Primero, el morral debe tener un buen sistema de armadura (soporte metálico o plástico que ayuda a definir su adaptación a la espalda del usuario) que sea preferiblemente ajustable y pueda ser retirado para los efectos de mantenimiento y lavado del morral.

Segundo, que este sistema esté bien acolchado y evite su roce con nuestra espalda. Este acolchado debe ser resistente a la humedad y el sudor, preferiblemente que no esté hecho de material absorbente.

Tercero debe tener bolsillos exteriores, preferiblemente en la tapa y en los costados, para colocar elementos de uso inmediato (cámara fotográfica, envases de agua, algo de líquido, documentos, etc). Si la tapa puede ser utilizada aparte como koala, mejor aún.

Cuarto debe contar con un buen sistema de fijación externa, de cintas o elásticas, para distintos elementos como el casco, los crampones, el piolet, el aislante y/o la carpa.

Finalmente se encuentran los morrales de expedición. Estos son los de mayor tamaño ya que en ellos debe ser transportado suficiente equipo que garantice el mayor confort en salidas a la montaña que suelen ser de larga duración. Esto quiere decir esencialmente que el sistema de correaje debe ser muy bueno y resistente, así como también su sistema de armadura interna.

Creo que en estos morrales es donde menos se ahorra dinero, o en otras palabras, son los más costosos, pero vale la pena el esfuerzo ya que muchas veces la calidad representa salud.

Es decir, esta inversión bien puede ayudarnos a prevenir lesiones en los hombros, la espalda y la columna que, a la larga pudieran traer consecuencias devastadoras a quien practica deportes al aire libre.

En este caso, marcas como Lowe, Gregory, North Face y Arc´teryx son buenas opciones en morrales importados.

En mi caso particular y debido a que conozco personalmente el trabajo realizado por Luis Martínez con los morrales Loby, estoy utilizando un morral fabricado por ellos y de diseño propio llamado Artic X el cual me ha dado muy buenos resultados. Otra marca venezolana que vale la pena mencionar es Expedición Andina, en la ciudad de Mérida la cual a cargo de Manuel Rebaque se ha dedicado desde hace algún tiempo a la fabricación de equipo para montaña.

Para finalizar, vale la pena recordar el cuidado que debemos dar a nuestro morral, manteniéndolo limpio y lubricando sus partes metálicas. Es conveniente lavarlo periódicamente con detergentes suaves, retirando siempre los elementos internos que conforman la armadura.

Cuando los transportemos, vale la pena colocar el morral dentro de algún forro de lona o material semejante que lo proteja contra el arrastre y el sucio que suele haber en los terminales aéreos y de autobuses, así como evitar que cualquier trozo de cinta o correa quede atascado en alguna banda transportadora.

Igualmente, debemos evitar poner nuestro equipo en contacto directo con productos abrasivos o derivados del petróleo, sólo de esta forma nuestro morral dejará de ser un enemigo para convertirse en nuestro mejor amigo.

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